jueves, 26 de mayo de 2016

No solo cosas de Astros



Siempre consideré como único amanecer el del horizonte.
No sabía que las personas amanecían, eso se lo dejaba a las estrellas.
Dicen que nada sucede porque sí. No es casualidad que vivimos 
en un sistema de ciclos infinitos, al término de convertirse en fractal. Tampoco debiera serlo que "Amanecer" recuerde a palabras como "Amar" y  "Nacer" o tal vez sí…averigüen si lo desean, por esta vez voluntariamente olvido fundamentar, me quedo con la sencilla "sensación"y es más,la ensalzo para darle su justo valor. 
"Amanecer" solo escucharla,  imprime emoción, carga recuerdos de experiencia , resuena, revive, renace, eclipsa un micro despertar interior de gran intensidad a todo aquel que se permite sentir, simplemente olvidando por un instante a la razón, para dar paso a la magia.
Al contrario de lo que se cree, un gesto de belleza espontáneo seas estrella o seas humano, lo cambia todo.  Cuando  presencias  mutación entre contrarios, entre el día y la noche, ya sea adentro o afuera y sientes que cada segundo es único, entonces tal vez será que está sucediendo, tal vez: estás amaneciendo. Y si prestas mucha atención incluso  podrías comprobar que destelleas. En parte por ello debe de ser, que en esencia somos lo mismo, seres y estrellas.
Y así concluyo por escrito lo que te comparto, que si bien recibí con impacto en su día, lo cierto es que me ayudó a conocer de esa extraña familiaridad entre astros y humanos, que con las gafas de la normalidad aparentemente pasa inadvertida, y de cómo es cualidad de ambos precisamente la que nos define, y nos funde en un mismo gesto a dioses y mortales, acción estelar de extraordinaria belleza. Naturalmente:  "Amanecer".