jueves, 26 de mayo de 2016

No solo cosas de Astros



Siempre consideré como único amanecer el del horizonte.
No sabía que las personas amanecían, eso se lo dejaba a las estrellas.
Dicen que nada sucede porque sí. No es casualidad que vivimos 
en un sistema de ciclos infinitos, al término de convertirse en fractal. Tampoco debiera serlo que "Amanecer" recuerde a palabras como "Amar" y  "Nacer" o tal vez sí…averigüen si lo desean, por esta vez voluntariamente olvido fundamentar, me quedo con la sencilla "sensación"y es más,la ensalzo para darle su justo valor. 
"Amanecer" solo escucharla,  imprime emoción, carga recuerdos de experiencia , resuena, revive, renace, eclipsa un micro despertar interior de gran intensidad a todo aquel que se permite sentir, simplemente olvidando por un instante a la razón, para dar paso a la magia.
Al contrario de lo que se cree, un gesto de belleza espontáneo seas estrella o seas humano, lo cambia todo.  Cuando  presencias  mutación entre contrarios, entre el día y la noche, ya sea adentro o afuera y sientes que cada segundo es único, entonces tal vez será que está sucediendo, tal vez: estás amaneciendo. Y si prestas mucha atención incluso  podrías comprobar que destelleas. En parte por ello debe de ser, que en esencia somos lo mismo, seres y estrellas.
Y así concluyo por escrito lo que te comparto, que si bien recibí con impacto en su día, lo cierto es que me ayudó a conocer de esa extraña familiaridad entre astros y humanos, que con las gafas de la normalidad aparentemente pasa inadvertida, y de cómo es cualidad de ambos precisamente la que nos define, y nos funde en un mismo gesto a dioses y mortales, acción estelar de extraordinaria belleza. Naturalmente:  "Amanecer".

viernes, 29 de marzo de 2013

Albert Einstein


 



En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban

 sin preocupación sobre una laguna congelada. 

De repente el hielo se rompió, y uno de ellos 
cayó al 


El otro agarró una piedra y comenzó
 a golpear el hielo con 
todas sus fuerzas, hasta que 

logró quebrarlo y así salvar a su amigo. 

Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había 
sucedido, se preguntaron:

- “¿Cómo lo hizo? 
 El hielo está muy grueso, 

es imposible que haya podido quebrarlo con esa 

piedra y sus  tan pequeñas...” 

En ese instante apareció un abuelo y, 
con una sonrisa, dijo: 

-Yo sé cómo lo hizo. 

-¿Cómo? —le preguntaron. 

-No había nadie a su alrededor 

para decirle,

que no podía hacerlo. 





"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr". 

                                                                            
                                                                                 A. Einstein





lunes, 25 de marzo de 2013

Gabriel García Marquez



¿Cómo arreglar el mundo?







Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.

Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: "como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie". Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente. "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".Al principio el padre no creyó en el niño!


Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo:


- Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste? Papá, respondió el niño; yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era.



"Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo".




GABRIEL GARCÍA MARQUEZ